EL ESCORIAL
La creencia de que El Escorial tiene forma de parrilla por la victoria de San Quintín en la festividad de San Lorenzo no tiene mucha base histórica. La plaza francesa cayó dos semanas después, y el santo fue probablemente decapitado. ¿Influyó entonces el Templo de Jerusalén en la planta del Monasterio? ¿Y qué tiene que ver Salomón con todo esto? Veremos cómo el esquema arquitectónico y las medidas del Templo de Jerusalén y el convento de El Escorial coinciden siguiendo la descripción que Flavio Josefo, un historiador judeo-romano del siglo I dC, hizo en «Las Guerras de los judíos». No en vano, Felipe II sentía una especial afinidad con el rey bíblico, modelo de sabiduría y constructor de la «Domus Dei», la primera Casa de Dios en la Tierra.
La vista aérea de El Escorial muestra la vocación de Universalidad que Felipe II quiso imprimir en su edificio: la planta rectangular con torres en las esquinas, evocadora de la tradición hispano-musulmana del alcázar castellano, los tejados apizarrados flamencos, herencia de los diez años que Felipe II pasó en su juventud en los Países Bajos, y el lenguaje clásico romano para las portadas y la iglesia, como muestra de su dominio en la Italia meridional y Milán. |
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¡Nueva publicación (febrero 2015)!
Algunos amigos y lectores me propusieron hacer una nueva edición del texto de 2013 con las imágenes en color. He aprovechado para cambiarle el título, corregir algunas erratas y añadir algunas ilustraciones, pero el texto es básicamente el mismo de la versión publicada en papel. Si te gusta, puedes hacerte una impresión personalida en Bubok. Pese al título de esta obra, la construcción de El Escorial no fue un intento de reconstruir el Templo de Salomón, un viejo anhelo judío que nunca ha sido buscado por el catolicismo. Entonces, ¿por qué se construyó El Escorial a su semejanza? Y además, si siempre se ha destacado que El Escorial se construyó para agradecer a Dios la victoria de San Quintín el día de San Lorenzo y ser la tumba de los Habsburgo, ¿por qué se aunaron ambas ideas en vez de hacer, por ejemplo, una tumba para Carlos V en Toledo y un monasterio dedicado a San Lorenzo junto al Alcázar de Madrid?
A lo largo de este texto he podido demostrar que la explicación más sencilla pasa por confirmar las razones declaradas por el propio Felipe II en la Carta de Fundación del edificio. El rey buscó darle a Dios una casa donde poder alabarle y agradecerle victorias como la de San Quintín, y donde los
Santos intercederían por los planes del monarca de acabar con la herejía, defender la Iglesia y guardar la paz y la justicia. El rey no quería una iglesia para los fieles, quería darle a Dios una morada comparable a su Primera Casa en Jerusalén. Y bajo ella, y a su amparo, enterraría humilde y piadosamente a su padre y su extensa familia. Los cien monjes del Monasterio, y los seminaristas del Colegio que los sucederían, rezarían por sus almas y darían
culto permanente a Dios.
La idea de evocar el Templo de Jerusalén fue por tanto secundaria, pero no fue una decisión arbitraria ni meramente estética. Fue el modelo arquitectónico que se tomó inicialmente como idea del proyecto porque subrayaba el concepto de Templo como Domus Dei, como la Casa de Dios. Creo haber podido demostrar que las descripciones literarias del Templo se usaron para determinar la composición y las medidas originales de El Escorial. El uso de modelos de la historia bíblica y grecorromana era algo típico en la educación erasmista que recibió Felipe II, basada en el Humanismo Cristiano, ideas que vio reforzadas en sus largas estancias en los Países Bajos, Alemania e Inglaterra.
Está probado que el conocimiento del Templo por parte de Felipe II era muy completo, y que el rey sentía una afinidad muy grande con el sabio y prudente Salomón, tanta que quiso llevarla sin tapujos a lugares muy señalados de su edificio. No hay que buscar «códigos ocultos» en El Escorial: el nombre de Salomón está grabado en grandes letras en su gigantesca estatua en la puerta de la Basílica, así como en el fresco central de la biblioteca, la celda del prior, las bóvedas de la iglesia y el dormitorio real.
La consideración de Salomón como rey sabio debió condicionar también la decisión de Felipe II de donar su rica biblioteca a los monjes del Monasterio y crear así un Centro de Sabiduría, en lugar de concentrarla en cualquiera de sus otros palacios donde también pasaba mucho tiempo, como Aranjuez, Valsaín o el Alcázar de Madrid, y que la pudieran disfrutar sólo sus herederos.
Es cierto que durante su vida al prudente Felipe le compararon con otros personajes, pero con ninguno tanto ni en momentos tan señalados como con Salomón. Son tantos los panegíricos que resulta difícil defender la tesis contraria, la de que Felipe II no quería que le relacionaran con Salomón, y desde luego no hay ningún testimonio en ese sentido. Tampoco hay estatuas de Apolo ni de Hércules en las fachadas de El Escorial, ni de Salomón en otros palacios de Felipe. Y el rey nunca hubiera consentido frivolidades o insinuaciones sobre la tumba de su padre si no hubieran tenido una base real.
La planta de El Escorial no se basa en geometrías esotéricas, ni tiene intenciones mágicas, herméticas u ocultistas. Las medidas y el esquema arquitectónico del monasterio encajan a la perfección con la descripción del Templo de Jerusalén de Flavio Josefo. Sin embargo algunos parecen tener recelos en aceptar un origen bíblico para la traza de El Escorial, probablemente por la gran cantidad de literatura esotérica que ha imaginado –por desgracia con éxito– un Escorial hermético y un Felipe II amante oculto de la magia.
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Bibliografía adicional
(141 Kb) | «La idea de El Escorial y dos textos históricos hebreos: Josefo y la Misnah», en El Olivo, XIX, nº 41, Madrid (Ene-Jun. 1995), págs. 41-62 [ISSN 0211-5514, DL M-13421-1977]. | |
(425 Kb) | «Felipe II y el judaísmo», en Raíces, nº 25, Madrid (invierno 1995-96), págs. 40-46 [DL M-32490-1983, ISSN 0212-6753]. | |
(434 Kb) | «El Escorial y el Templo de Salomón», en Anales de Arquitectura, nº 7, Valladolid, ETSAUV (1996), págs. 5-13 [ISSN 0214-4727, DL VA.96-1989]. | |
(319 Kb)
(103 Kb) |
«El Escorial y la recreación de los modelos históricos», en Arquitectura, nº 311, COAM, Madrid (1er. sem. 1997), págs. 47-52 [s.d]. | |
(116 Kb) | «El Escorial como nuevo Templo de Salomón en la literatura de los siglos XVI y XVII», en La Ciudad de Dios, vol. CCXIII, núm. 2 (mayo-agosto 2000), Real Monasterio de El Escorial, págs. 449-476 [ISSN 009-7756, DL M.5684-1959]. | |
(89 Kb) | «Los historiadores modernos ante las semejanzas entre el templo de Jerusalén y El Escorial», en La Ciudad de Dios, vol. CCXIII, núm. 3 (septiembre-diciembre 2000), Real Monasterio de El Escorial, págs. 1049-1074 [ISSN 009-7756, DL M.5684-1959]. | |
(1.152 Kb) | «El proyecto perdido de la basílica del Escorial de Juan Bautista de Toledo», en El Monasterio del Escorial y la Arquitectura, Actas del Simposium, Instituto Escurialense de investigaciones históricas y artísticas, El Escorial (2002), págs. 373-387 [ISBN 84-89942-28-5]. | (800 Kb)
(763 Kb) |
«King Philip of Spain as Solomon the Second. The origins of Solomonism of the Escorial in the Netherlands», en The Seventh Window. The King's Window donated by Phillip II and Mary Tudor to Sint Janskerk (1557), concept & editing Wim de Groot, Verloren Publishers, Hilversum (2005), págs. 169-180 [ISBN 90-6550-822-8]. | (954 Kb) | «Génesis de las medidas de El Escorial. Herodoto y la cuestión del codo bíblico», en El Escorial: arte ciencia y matemáticas, Ministerio de Educación, Madrid (2009), págs. 181-234 [ISBN 978-84-369-5019-9]. | (955 Kb) | «Le Corbusier y el Manierismo: antecedentes a la planta del Mundaneum», en La Ciudad de Dios, vol. CCXXIII, núm. 3 (septiembre-diciembre 2010), Real Monasterio de El Escorial, págs. 789-798 [ISNN 009-7756 DL M.5684-1959]. | (3,5 Mb) | Arquitectura e Historia Sagrada. Nuevas consideraciones sobre al idea de El Escorial y el templo de Jerusalén. Cuadernos de Arte e Iconografía, núm. 43 (1er. semestre 2013), Fundación Universitaria Española: Seminario de arte Marqués de Lozoya, Madrid [ISSN 0214-2821 DL M-18.993-1988]. | (9,8 Mb) | El Escorial y el Templo de Salomón, Bubok, Madrid (2015). |
Felipe II como nuevo Salomón (cuadro del coro de la catedral de Gante; 1559) entre las estatuas de David y Salomón (1580) en la portada de la Basílica de El Escorial (1563-1584)
(335 Kb) |
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