Hola:
Gracias por sus felicitaciones y suerte en su búsqueda del «grial» salomónico.
Conozco un libro muy bueno que trata precísamente sobre este tema. No debería ser difícil de encontrar:
"Otra de las tradiciones salomónicas describen como el Rey Sabio tenía una mesa en la que estaba escrito el Nombre de Dios, y que algunos autores suponen enterrada bajo la catedral de Jaén o en la Cueva de Santa Catalina. La mesa era la contenedora de la Shekhiná hebrea, la sabiduría que los kabalistas habían recuperado hurgando en las palabras sagradas de los textos del libro". Juan Eslava Galán: «La mesa del rey Salomón», p. 246, Roca, Barcelona, 1988.
Dear Sir.
I will be very gratful if you write me the name of the six Judea Kings. Thanks in advance,
Los seis Reyes de Judá son, de izquierda a derecha: Josafat, Ezequías, David, Salomón, Josías y Manasés. La descripción completa se la añado en la págiana correspondiente a Felipe II y el judaismo.
Prezado Senhor,
Gracias Raiza por sus correcciones. Ya he actualizado la página. Tiene razón en todo y demuestra haber tenido una gran paciencia al leerse toda la página. Gracias otra vez. Por cierto, ¿qué opina de devolver a María de Portugal a su tumba original?
Hola Juanra:
Gracias por avisarme Luis.
Efectivamente, me parece un poco raro que ABC de la noticia de que Salomón no construyó el Templo de Salomón, pero bueno. Yo creo que se han liado un poco por buscar un titular espectacular. Te mando una carta al director que he mandado al ABC y que publicaron el siguiente 13 de junio (aunque -todo hay que decirlo- me quitaron el último párrafo, por pesado seguramente, o por meterme con ellos):"Sr. Director: Con relación a la noticia aparecida en su diario, me gustaría hacer las siguientes precisiones:
1. El profesor Finkelstein y el resto de los arqueólogos del Nadler Institute no están excavando en la zona del Templo de Salomón, como parece desprenderse de la noticia, sino en sus alrededores. Desde los desastrosos trabajos de Parker en 1911, ningún arqueólogo ha sido autorizado a realizar excavaciones en el Monte del Templo, ocupado desde el siglo VI por la Mezquita de la Roca. La ciudad de Salomón se encuentra, por otra parte, en un estrato muy profundo, por lo que no han sido ni siquiera localizadas sus murallas bajo las sucesivas ciudades romanas y árabes. Posiblemente nunca podremos comprobar la magnitud de las construcciones de aquella época. A todo ello hay que añadir las dificultades de excavar bajo la Jerusalén árabe y la imposibilidad de hacerlo bajo la Mezquita de la Roca, teniendo en cuenta el panorama político actual. Por todo ello, cualquier hipótesis sobre el Templo de Salomón resulta absolutamente imposible de comprobar, y las que se hagan sobre su ciudad no pasarán de estar necesariamente incompletas.
2. En todo caso, tampoco parece correcto decir que la Biblia exagere el papel de Salomón como constructor. Las Escrituras no se explayan especialmente al describir la magnitud de la obra Salomónica. En concreto, del Templo sólo cita sus medidas interiores: su Santuario era una pequeña capilla palatina de aproximadamente 10 x 30 metros, destacando tan sólo por la riqueza de su decoración. La importancia de Salomón no radicó tanto en el esplendor de sus construcciones, sino en que edificó el primer templo bíblico. Éste debió ser lo suficientemente impactante como para convencer a un pueblo nómada como el israelita de que asentara en un edificio fijo su preciada Arca de la Alianza, modificando radicalmente sus ritos religiosos.
Por último, no creo que ni de los trabajos de Finkelstein ni del contenido de la noticia en cuestión pueda deducirse una conclusión como la que aparece en su titular. El que algunos autores cuestionen la grandeza de Salomón como constructor no implica que esos mismos autores duden que fuera él quien realmente construyera el Templo de Jerusalén."
Mi señor Doctor de la Cuadra:
Tiene Vd. razón. No hay sitio en el Panteón después de que entierren a los padres de los actuales reyes. Y no, no hay ningún panteón suplementario (ni planes de hacerlo, que yo conozca). Algún visionario propuso hace tiempo construir otro panteón idéntico junto a al actual, pero cualquiera que conozca la situación del actual comprenderá que no hay sitio más que debajo. El Panteón no está enterrado, sino que aprovecha el hueco de debajo del altar (está por tanto a la altura de la iglesia). Estaba previsto que se enterraran en los nichos de la iglesia, pero yo propongo una solución más sencilla: dado que Felipe II no se quiso enterrar en el Panteón, sino en las criptas de debajo de las estatuas, se le podría poner allí de nuevo (estuvo allí ya 40 años) con su padre y sus dos mujeres, lo que dejaría cuatro espacios libres, suficiente para dos generaciones más.
Más información en la página http://www.ciudadfutura.com/escorial/jr-pant5.htm.