2.11. Lucas de Heere: «La visita de la reina de Saba al rey Salomón» (Gante, 1559)
En Gante, el pintor Lucas de Heere (Gante, 1534 - ?, 1584, también conocido como Dheere, Mijnsheere o Derus) pintó por orden del embajador Viglio van Aytta el cuadro "La visita de la reina de Saba al rey Salomón" (I Re 10:1 y II Cron 9:1). Fue especialmente encargado para el cerramiento del coro con ocasión de la celebración en la catedral de San Bavón (Sint-Baafskathedraal) de Gante del capítulo XXII de la Orden del Toisón de Oro, el último que se haría en esas tierras.
Salomón es representado con los rasgos de Felipe II: rubio, con barba, labio belfo y mentón acusado. El atuendo, corona de laurel incluida, es más bien el de un emperador romano, como el templo que se ve tras él. El trono no deja lugar a dudas de la intención del cuadro: se trata del famoso trono de oro y marfil de Salomón, con dos leones flanqueando sus brazos y seis escalones (I Re 10:19 y II Cron 9:18). La reina de Saba representa en una sutil alegoría a los Países Bajos, que ponen a su disposición todas sus riquezas a cambio de un gobierno justo y sabio. La composición es muy parecida a la de Sint Janskerk, en la vecina Gouda, a la que nos hemos referido antes.
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1) «El príncipe Felipe de España» (c.1550), Antonio Moro (Utrecht, 1519 - Amberes, 1570); Bilbao. Museo de Bellas Artes
2) «La visita de la reina de Saba al rey Salomón» (1559), Lucas de Heere (Gante, 1534 - París, 1584); Gante. Sint-Baafskathedraal
3) «Felipe II» (c.1553), atribuido a Lucas de Heere; Madrid. Museo del Prado
El texto latino escrito con letras romanas doradas sobre el marco negro del cuadro, firmado por Lucas de Heere en su esquina inferior derecha (Lvcas Dervs inv. fecit 1559), remarca la relación entre Felipe II y el rey Salomón, subrayando su famosa sabiduría: "COLLE SIONA SOLI VENIENS NICAULO SABÆI, SPEM SUPER ET FAMAM GRANDIA MIROR AIT," (arriba) y "ALTER ITEM SALOMON, PIA REGUM GEMMA PHILIPPUS, UT FORIS HIC SOPHIÆ MIRA THEATRA DEDIT" (abajo). La traducción de este texto, tomado de II Crón 9:5, dice: "Llegando desde la colina Nicaulo, en la tierra de Saba, hasta Sion [Jerusalén], ella [la Reina de Saba] dijo: «He visto cosas mucho mayores de lo que esperaba y me habían contado». Del mismo modo otro Salomón, Felipe piadosa joya entre los reyes, dio aquí como fuera asombrosas escenas de sabiduría.".
Podemos encontrar un antecedente, tanto formal como ideológico, en el dibujo que el pintor bávaro Hans Holbein el Joven (Augsburgo 1497 - Londres 1543) hizo de Enrique VIII recibiendo a la Reina de Saba entre 1535 y 1540, y que se conserva en la Collection of His Magesty the King en el Castillo de Windsor.
La múltiple influencia de la iconografía de unos cuadros sobre otros desembocaría en la Biblioteca del Monasterio, en el fresco de Tibaldi "El Rey Salomón interrogado por la Reina de Saba" (1586-1591). El texto hebreo de la falda de la mesa reproduce un texto bíblico: «has dispuesto todas las cosas con medida, número y peso» (Sab 11:20). Vimos también este tema en la vidriera de Wouter Crabeth en Sint Janskerk de Gouda (1559-61).
- (Dr.) S. Groenveld, "Godsdienst en politiek bij Filips II", en el Catálogo de la exposición Ketters en papen onder Filips II, Rijksmuseum Het Catharijneconvent, p. 15, Utrecht, 1986.
- Folkert Postma, Viglius van Aytta, de jaren met Granvelle: 1549-1564, p. 169, Walburg Pers, Zutphen, 2000.
- Id., "Viglius van Aytta en Joachim Hopperus tegenover...", pp. 29-43, en Bijdragen en Mededelingen betreffende de Geschiedenis der Nederlanden, nº 102, 1987.
- Elisabeth Dhanens y Bart de Groof, "Lucas de Heere. La visita de la Reina de Saba al Rey Salomón", en Felipe II. Un monarca y su época. Las tierras y los hombres del rey, pp. 272-273, Sociedad Estatal para la Conmemoración de los Centenarios de Felipe II y Carlos V, Madrid, 1999.
- Elisabeth Dhanens, "Het portret van Viglius Aytta of the ...", pp. 197-204, en Bulletin Koninklijke Musea voor Schoone Kunsten van Belgïë, 1964.
- Id., "Sint-Baafskathedraal Gent", en Inventaris van het Kunstpatrimonium van Oost-Vlaanderen, vol. V, pp. 17, 36, 116 y 190-191, nº 434; Gante, 1965.
- M. van Gelderen, The Political Thought of the Dutch Revolt, 1555-1590, Cambridge, 1992.
Viglii, Wigle o Viglius Zwichemi ab Aytta (Cabrera de Córdoba le llamaba Viglio Zuicheno, que le describe como "fiel y sabio") fue uno de los juristas y políticos más influyentes de los Países Bajos. Nació en Frisia en 1507, al norte de Holanda, y murió en 1577. Estudió en Lovaina filología griega. A los veinticinco años trascendió su fama de sabio, hasta el punto de que el virrey de Chipre le ofreció el vicariato judicial de este reino y Carlos V le nombró preceptor de su hijo. Fue consejero de la cámara imperial de Espira (1535), miembro del consejo de Malinas (1542) y consejero privado (1544), guardasellos del Imperio y miembro del Consejo de Estado. Desempeñó importantes misiones, como la negociación de un tratado de paz con Cristián III de Dinamarca. Fue coadjutor del abad de la catedral de Sint-Baafs de Gante desde 1563, donde inspiró el programa iconográfico del cuadro de Heere de Felipe II como nuevo Salomón. Cuando Viglio renovó y reconstruyó la iglesia pidió vidrieras como «Vitri Goudani delinatio». En la catedral hay también una "vidriera del rey" (como en Gouda). Viglio fue un convencido seguidor de las ideas de Erasmo, con el que se carteó en su juventud. Partidario de resolver los problemas con el rey mediante el diálogo y sólo después recurrir a la fuerza, simbolizaría esta idea con la posición del soldado en el extremo izquierdo de la composición del cuadro de Heere hablando con los consejeros del rey. Estos proyectos humanísticos estaban basados en una sólida teoría política basada en la Institutio Principis christiani (Lovaina, 1516) que Erasmo de Rotterdam escribió para el futuro emperador Carlos V. Entre los libros que siguieron a Erasmo en esta época debemos destacar muchos escritos en los Países Bajos, como la Institucion de un rey christiano de Felipe de la Torre (Amberes, 1556), El Concejo y Consejeros del Píncipe (Martín Nuncio, Amberes, 1559) de Furió Ceriol y el Ferdinandus sive de Institutione Principis de Joachim Hopperus, un jurista amigo de Viglio. Sus ideas políticas podrían resumirse así: la monarquía absoluta, una forma de gobierno que convierte al Rey en el representante de Dios en la Tierra, ha de estar basada en una ética cristiana. A cambio del poder absoluto, el rey debía actuar como un buen pastor y un justo guardián del pueblo. Sabios consejeros como Viglius habían de asistir al príncipe en su tarea. Elisabeth Dhanens ha señalado como "estas teorías encajaban perfectamente con la convicción de Felipe II de que tenía una misión divina de preservar la fe católica y de gobernar a sus súbditos como lo haría un rey justo y honesto (como Salomón). A cambio, sus súbditos habían de estar dispuestos a poner en manos del sabio juicio del rey sus destinos. A fin de conseguir esta situación ideal, había de haber un consenso, una relación basada en la confianza mutua entre el gobernante y sus súbditos. Los súbditos de los Países Bajos pedían sobre todo el respeto de sus antiguos privilegios, como en el famoso pacto firmado con ocasión de la Joyeuse Entrée, en Bravante. En este documento, la relación entre el rey y sus súbditos se establecía mediante contrato." Durante la insurrección los rebeldes adujeron repetidamente que si el rey rompía este contrato, los súbditos podían rebelarse justamente contra el tirano. Como leales oponentes, Viglio y Hoppero criticaron la política seguida por Felipe II, pero creían que mediante el diálogo y la persuasión podría restaurarse el equilibrio.
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2.12. Pieter Aertsen: «El Juicio de Salomón» (El Escorial, 1562)
El pintor Pieter Aertsen (Amsterdam, ca.1508-1575) pintó esta escena, en la que se pueden encontrar influencias del cuadro de Gante, nada menos que para los aposentos reales. Se trata de un óleo sobre tabla de tres pies y diez dedos de alto y seis y nueve de alto (según un inventario de Isabel de Farnesio a la que pertenecía en 1746) en el que se representa el famoso episodio del Juicio de Salomón: el Rey, demostrando su prudencia, da la orden de partir el niño vivo en dos para descubrir a su verdadera madre. Tras él, soldados con armaduras españolas y -como recomendaba Erasmo- un gran número de consejeros, ancianos en su mayoría. En la columna pintada detrás de la rodilla del soldado de la izquierda se lee la fecha de 1562, el año en que comenzó a cimentarse El Escorial.
La atribución a Aertsen, gran pintor también de vidrieras en Amsterdam y Amberes y precursor de los grandes maestros de la escuela holandesa, fue hecha en en 1987 por la investigadora Elisa Bermejo, a través del sabor veneciano del anciano y el niño jugando con el perro de la parte derecha, el tratamiento de los pliegues de las telas y la composición semejante a otros dibujos de la época de dicho pintor. La disposición de los personajes recuerda a la del cuadro de «Salomón y la Reina de Saba» de Gante (1559), donde aparece el mismo Felipe, sobre todo en la posición de la Reina de Saba y una de las madres, y el cuadro de Frans Floris del «Juicio de Salomón» (1555) y la 5ª vidriera de Gouda de Crabeth (1559-61). En estas dos últimas un Rey casi imberbe muestra un gran parecido.
La ubicación del cuadro es significativa: hasta hace poco ha estado encima de la puerta del dormitorio de Felipe II, justo enfrente de su cama. Dado el año en el que se pintó, me gustaría hacer una reflexión sobre las imágenes que les gusta tener a los jóvenes en sus dormitorios y sobre los nombres que les ponen a sus perros. Felipe tenía 21 años cuando le compararon por primera vez con Salomón en Bruselas, tras lo cual encargó tapices sobre el tema. A los 27 le comparaban con Salomón en las ceremonias de su coronación como rey de Inglaterra. A los 31 le puso de nombre Salomón a su perro y a los 35 le pintaron un cuadro sobre el Juicio de Salomón que acabaría en su propio dormitorio. Todavía con más de 50 años encargó los cuadros de la biblioteca y de la celda del Prior y las estatuas de los reyes de Judá para la Basílica. No es un proceso muy diferente de los jovenes actuales, fans del cantante o actor de moda, que en su primera casa mantienen los posters preferidos de su juventud o ponen a sus mascotas el nombre de su antiguo ídolo.
En resumen, vemos como Felipe II quiso tener imágenes de las tres virtudes de Salomón en el mismísimo eje de su edificio. Significativas pruebas, en suma, del salomonismo que impregnó toda la vida del rey Felipe II hasta la misma adopción del sobrenombre de Prudente por el que acabó siendo conocido:
- Elisa Bermejo, «Dos pintura inéditas en El Escorial», en Real Monasterio-Palacio de El Escorial. Estudios inéditos en el IV Centenario de la terminación de las obras, CSIC, Madrid, 1987.
- Robert Genaille, L'oeuvre de Pieter Aertsen, en Gazette des Beaux - Arst XLIV, pp. 267-288, nov. 1954.
- Max J. Friedlander, Early Nederlandish Painting, vol. XIII: Antonis Mor and his Contemporanes, Leyden, Bruselas, 1975 [Rª BCSIC: HA 732/8].
2.13. Hendrick Goltzius: «Salomo's Judgement»
Hendrick Goltzius (Mulbrecht 1558 - Haarlem 1617), alumno de Dirck Volckertsz. Coornhert, fue uno de los colaboradores del famoso grabador Felipe Galle. En este grabado del Juicio de Salomón del último cuarto del siglo XVI realizó una interesante alegoría contra la Inquisición. Salomón es representado como el «Crudelis princeps» (el cruel soberano, Felipe II), rodeado de malos consejeros y la madre falsa (representada por la «Falsa Ecclesia«), sin escuchar a la madre real (la «Vera Ecclesia»). Salomón deja en el suelo al niño muerto (Barrabás, el verdadero delincuente) y, a diferencia del relato bíblico (I Re 3:16-28), parte en dos el niño vivo (Cristo). Éste representa a las víctimas de la Inquisición que como Cristo fueron muertas y martirizada injustamente. Los malos consejeros alrededor del trono personifican las prácticas de Inquisición. Son el Dr. Gladius (espada), Dr. Laqueus (soga), Dr. Aqua (agua) y Dr. Ignis (fuego). Mientras, los protestantes de la parte delantera muestran su oposición a los malos consejeros.
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Pese a que no se atacaba directamente a Felipe II, el texto latino de la esquina derecha del grabado no deja lugar a dudas de la intención del mismo: «Sed venit hora ut omnis qui interficit vos arbitretur obsequium. Se praestare Deo. Ioan. 16:2», es decir, «Se acerca la hora en la que quien os mate creerá que da culto a Dios» (San Juan). Y sigue «In multudine populi Dignitas regis et In paucitate plebis Ignominia principis. Pro. 14:28», «Un pueblo numeroso es la gloria del rey, y la escasez de súbditos es la ruina del príncipe» (Proverbios). A continuación «Princeps qui libenter audit verba mendacii omnes ministros habebit Impios. Pro. 29:12», «Cuando el príncipe escucha las relaciones mentirosas, todos sus ministros son malos». Y por último «Venite sapienter opprimamus eum, ne forte multiplicetur. Exo. 1:10», «Procedamos cautamente con él, para que no siga multiplicándose» (Éxodo). Finalmente, en la línea inferior se lee «Quando obstetricabitis hebreus et partus tempus advenerit, si masculus fuerit, interficite illum si faemina reservate. Exo. 1:16», que significa «Cuando asistáis en un parto a las hebreas, mirad sobre las dos piedras: si es niño, matadlo; si es niña, dejadla vivir».
- Catálogo de la exposición Ketters en Papen onder Filips II en el Catharijneconvent, p. 109, Utrecht, 1986.
(Sigue) |