Los primeros teóricos del humanismo no se olvidaron del Templo, en cuanto personificación de la arquitectura ideal de la cristiandad, lo que llevaría a tratar su modulación como ejemplo de la buena arquitectura vitruviana.
Leon Battista ALBERTI (1404-1472) menciona tres veces al Templo de Salomón en su «De Re Aedificatoria». En ellas, el arquetipo bíblico se usa para la resolución de cuestiones técnicas, no simbólicas. En la primera de ellas alaba la rapidez con la que se realizó la obra, para lo que Salomón se valió de un gran conocimiento del oficio y de la organización de la obra. En la segunda, cita a Eusebio, que explicaba cómo se colocaron en la cubierta del Templo 400 vasos de cobre para espantar a los pájaros. La tercera cita cuenta el conocido episodio relatado por Josefo entre Eleazar y Vespasiano con motivo del anillo de Salomón. Por otra parte, Josefo es citado al menos en 10 ocasiones, lo que demuestra el gran conocimiento que del israelita tenían en esa época. |
Rosenau señaló el interés de Alberti por los temas judíos, favoreciendo las formas circulares y denominando «templos» a las iglesias. En el libro VII capítulo XIII describe un candelabro que algunos han querido ver similar al bíblico, como puede verse en la traducción francesa de «De Re Aedificatoria» titulada «L' architecture et art de bien bastir...» (Jean Martin, París, 1553).
- Concebido durante la década de 1430, fue publicado póstumamente en Florencia por Nicolò di Lorenzo en 1485; ed. mod. en Akal, trad. J. Fresnillo, Madrid, 1991. Las tres citas se encuentran en lib. II.IV, VI.IV y VI.XII.
- Helen Rosenau, Vision of the Temple: the Image of the Temple of Jerusalem in Judaism and Christianity, pp. 92 y 104, London, 1979.
Debemos destacar aquí las miniaturas de Jean FOUQUET (Tours, 1416 - París, 1480) en sus nueve ilustraciones de las «Antigüedades de los Judíos» de Flavio Josefo, conservadas en la Biblioteca Nacional de París, con una representación puramente gótica y cúbica del Templo.
El texto de Josefo especifica que el ancho, largo y alto del Templo era de 100 codos, aunque su forma en planta era más bien la de una «T» de brazos iguales. Este dato impulsa a Fouquet a su cúbica representación en la que no pocas influencias pudo tener el milenarismo apocalíptico de la Jerusalén Celestial que se dio a finales del XV.
El exterior incluye unas curiosas torres gemelas frente a la puerta coronadas con cúpulas, coherentes con la descripción bíblica de las columnas de bronce frente al templo, pero que chocan con la arquitectura gótica del resto de las fachadas. Pueden considerarse un antecedente de las torres de la Basílica de El Escorial, motivo por otra parte típico en la configuración de las iglesias cristianas. En muchos casos, se han añadido a estas torres connotaciones salomónicas, como las formas semejantes a granadas de las torres de la iglesia romana de Borromini de San Ivo alla Sapienza, comó ya notó Juan Antonio Ramírez, o las columnas que flanquean la entrada del convento franciscano de Huejotzingo en Méjico, según supo ver Santiago Sebastián. "[...] since the domes on the twin towers of the façade of Tours belong to the mainstream of the Reanaissance and are of a later date that Foucquet's illuminations" (H. Rosenau, Vision of the Temple, p. 67). |
El interior del Santuario cuenta con hermosas columnas torneadas cuya identificación con el orden salomónico era ya un hecho iconográfico aceptado. Rosenau las relaciona con las columnas torsas que el emperador Constantino trajo de Jerusalén, y que se conservaban en la primitiva basílica de San Pedro en Roma, que sin duda Fouquet conoció en su visita a la Ciudad Eterna. Rafael y Perugino fijaron su significado iconográfico, que fue elevado a sus cotas de máxima grandeza por Bernini en el Baldaquino de San Pedro.
- Flavius Josephus: Les Antiquités judaiques, manuscrito conservado en la Bibliothèque Nationale de France, Paris. Ms. français 247.
Este erudito alemán, nació en Laer (Westfalia) en 1425 y murió en Colonia en 1502, donde se había hecho cartujo a los veintidós años y donde residió ya toda su vida. Su «Fasciculus Temporum», editado por primera vez en Colonia en 1474, es una especie de cronologóa de la Historia Universal desde lo que se suponía el año uno del inicio del mundo hasta su época. El reinado de Salomón, por ejemplo, correspondería a los años 4165 al 4205 Anno mundi. El libro se tradujo posteriormente al flamenco (Utrecht, 1483), francés (Lyon, 1483) y alemán. (Basilea, 1524) y fue reproducida en un número considerable de veces.
La presente ilustración corresponde a su edición de Sevilla, realizada por Bartolomé Segura y Alfonso del Puerto en la Compañía tipográfica-indutrial, famosa imprenta de ediciones poulares, religiosas y civiles. Aunque sólo incluye un dibujo de la portada del Templo de Salomón, tiene una gran precisión y muestra el estudio de las fuentes, no una simple recreación de lo que debía ser un edificio perfecto. Las dos torres de los laterales muestran tres niveles a modo de naves laterales, consecuentes con la descripción que el Libro de Reyes hace del Templo. La altura de la nave central se iguala a la de las laterales con una novedosa cupula, detalle típicamente renacentista que podría representar el Sancta Sanctorum tal y como empezarán a representarse en la mayoría de las pinturas de los siglos XV y XVI en que las escenas bíblicas se desarrollan en este escenario.
El «Liber Cronicarum» de Hartmann SCHEDEL (Nuremberg, 1493) tuvo numerosas traducciones y reimpresiones, así como imitación de sus grabados. En él, el Domo de la Roca aparece elevado sobre una escalinata en el centro de una Jerusalén circular con murallas concéntricas sin nada que ver con el sistema defensivo de la Jerusalén real, en el que un sólo muro le separa del exterior. Incluye cerca de 1.800 ilustraciones realizadas en 19 meses, dato que se extrae del contrato, que aún se conserva. Es seguro que tuvo que intervenir un gran equipo de grabadores. Todos los grabados son nuevos, excepto unos pocos tomados de la Biblia de Koberger, de 1481. Muchas de las vistas de ciudades son convencionales y se repiten. Este libro fue comprado en 1543 por Calvete de Estrella para el príncipe Felipe para su librería rica.
Los grabados son muy interesantes. Las imágenes de Jerusalén incluyen una buena reproducción del Domo de la Roca con el letrero Templvm Salomois. En otro capítulo se incluyen reconstrucciones del Templo de Ezequiel. En la primera, el Templo es -al fin- cuadrado. La mayoría de las imágenes están tomadas de la edición de 1483 de Nicolás de Lyra y de la Biblia italiana de Gugliemo Anima Mia, de 1490-1493, que reproduciría posteriormente Holbein.
- Liber chronicarum, ils. de Michaele Wolgemur, Wilhelmo Pleydenwurff y Albrecht Dürer, Norimbergae [Nuremberg], Antonius Koberger, 12 julio 1493 [Rª RBME: 15-III-12, Rª BNM.Facs: R/101284-micr.24320], ed. facs. Biblioteca Nacional y Vicens Ga. editores, Valencia, 1994.
Esta edición holandesa de William Vorsterman (o Guillaume) de la Biblia incluye una completa reconstrucción del Templo de Salomón y de los utensilios del Templo. Se trata de un claro antecedente de la reconstrucción de Vatable, que a a su vez influiría en Verhagen, Nadal y Prieto.
También pueden destacarse el «Utriusque Testamenti iuxta Vulgatam Traslationem. Historiarum Veteris testamenti Icones» (Lyon, 1538), con edición posterior «Retratos e tablas de las historias del Testamento Viejo» (Lugduni sub scuto Coloniensi, 1543), en latín y castellano, que Calvete compró para la «librería rica» del príncipe Felipe. La primera edición se publicó en Lyon por Trechsel Fratres en 1538, con menor número de estampas, haciéndose varias ediciones aumentando las estampas hasta la edición definitiva de 1551. Esta obra, editada por Jean y François FRELLÓN (Joannem y Franciscus Frellonios) con los grabadores Hans LÜTZELBURGEN (cuatro primeras láminas) y Veit SPECKLIN, probablemente sobre dibujos del pintor bávaro e ilustrador de libros Hans HOLBEIN el joven (Augsburg, 1497 - Londres, 1543). Lützelburgen, buen grabador en madera, nació en Basilea (Suiza), donde murió en 1526. Grabó con Holbein su famosa Danza macabra (Lyon, 1538).
Entre los grabados destaca un templo de planta central y modos clásicos que se rodea de las doce tiendas de las tribus hebreas (Ezech XLVII). En el centro, el Domo de la Roca hace las veces de Sancta Sanctorum del Templo de Ezequiel. La fachada es de una fuerte medievalidad, sólo modernizada por la incorporación de un arco de medio punto (Ezech XL). La estructura arquitectónica y el diseño general están basados en la Biblia de Gugliemo Anima Mia, de 1490-1493.
Antes dedica tres grabados a tres escenas de Salomón con Hiram (III regum V), el sacrificio de Gabaon (II paralip I) y una oración ante el Arca (II paralip VI). Imágenes semejantes pueden encontrarse en el arte islámico y judío de la época.
Holbein también ilustró la traducción alemana de la Biblia que realizó su amigo Martín Lutero. También es interesante destacar el cuadro que el artista pintó para Enrique VIII, imáginándole un nuevo Salomón recibiendo a la reina de Saba, como hará medio siglo después Felipe II en Gante. |
La Biblia Latina del León de Judá (4ª ed. de la Biblia, París, 1539-1540) tuvo gran importancia en el desarrollo de la historia iconográfica de Templo. Fue una Biblia muy reeditada posteriormente (París en 1545 y 1546, y Génova 1557; también tuvo ediciones en francés 1551, 1566 y 1573 y alemán en 1571). Felipe II, siendo príncipe, tuvo un ejemplar de este libro en su «librería rica». Leo Judä (Gemar, Alsacia 1482 - Zurich 1542) fue un reformador suizo que, durante sus estudios en Basilea, intimó con Ulrico Zwinglio, al que sucedió en Einsiedeln. En 1523 fue párroco de San Pedro de Zurich, contribuyendo poderosamente a la penetración de la Reforma en esa ciudad. Ese año se casó con una religiosa, con la que vivió entre los pobres el resto de su vida.
El filólogo y exégeta François VATABLE, Batablo o Waterbled (Gamache, Picardía - París, 1547) fue catedrático de hebreo en el Collège Royal de París gracias a su gran conocimiento de esta lengua. Antes había sido párroco en Brumet (Valois) y abad de Bellozane. Los protestantes quisieron atraerle a su causa, sin éxito, pese a lo cual Vatable fue perseguido por la agrupación de Beda de los doctores de la Sorbona. No se conserva ninguna obra suya, pero sus clases sobre el Antiguo Testamento -extraordinariamente concurridas- fueron recopiladas por uno de sus alumnos, Robert ÉSTIENNE (París 1503 - Ginebra 1559), que incluyó sus notas junto con abundantes grabados en su edición de la traducción latina de la Biblia realizada por León de Judá. Estas notas fueron condenadas por la Facultad de Teología de París, ya que citaba demasiado a autores protestantes franceses y alemanes, muchos literalmente.
Para algunos autores, Estinne, que estaba en relación con los protestantes de Zurich, usó el nombre de Vatable para evitar las sospechas de los profesores de París. Éstienne fue miembro de una famosa familia de impresores y discípulo del ilustre latinista Lascaris. Tras la muerte de su protector el rey Francisco I, huyó a Ginebra en 1551 donde abrazó la religión protestante, a fin de evitar las persecuciones de que había sido objeto en su juventud.
Esta Biblia prefigura la tesis de Villalpando al identificar el Templo de Ezequiel con el de Salomón. En cuanto a su configuración arquitectónica, dispone como es tradicional en los que siguen la descripción de Josefo los patios a lo largo de un eje, que se remata en el Templo propiamente dicho. Martínez Ripoll y Rosenau han destacado la novedad que supone hacer este último edificio con cubiertas planas aterrazadas en diferentes niveles. Hasta esta época, era normal incorporar a las ilustraciones del Templo de Salomón elementos mezclados de las ricas descripciones de los libros de Ezequiel y Josefo. Las láminas incluían representaciones del Tabernáculo de Moisés y el mobiliario sagrado (once láminas en la 1ª parte, ff. 26v-31v) y del Templo de Salomón, su trono y la Casa del Bosque del Líbano (ocho estampas, ff. 115r-120r). La edición inglesa (Ginebra, 1560) incorporaba además una vista aérea del Templo de Ezequiel.
En este último grabado, coloca un edificio con el mismo esquema del templo de Salomón incorporado a un conjunto cuadrado en el que las puertas laterales no se colocan, como será habitual, en el centro de los muros norte y sur, sino junto al muro oriental. Los patios cruciformes de las cocinas se colocan en un patio rectangular trasero de 200x500 codos.
Hemos visto como la Biblia de Vatable incluía hermosas y detalladas perspectivas de recintos que se suceden a lo largo de un eje longitudinal. Este esquema influyó muchísimo en los ilustradores posteriores. Las influencias llegarían hasta los Países Bajos, donde la edicion de Pieter VERHAGEN (Delft, 1581), se basaba en la versión francesa de la Biblia de Deux-Aes.
El esquema se repite también en obras tan famosas como las «Evangelicae historiae imagines» (Amberes, 1596) del jesuíta mallorquín Jerónimo NADAL (1507-1580). La principal diferencia estriba en que el Santuario se adosa a los patios, a diferencia de la versión de Vatable, en la que queda exento.
Ya en el siglo XVII, la «Psalmodia Eucharistica» del padre Melchor PRIETO (1622) mezclaba la configuración tripartita de Vatable, añadiendo elementos arquitectónicos al gusto de la época. El mar de bronce y la configuración porticada de las plantas bajas dejan ver las inevitables influencias de Villalpando.
- La 9ª estampa de la Psalmodia Eucharistica compuesta por el M. Rdo. P. Fr. Melchior Prieto ... en Madrid por Luis Sanchez Impresor ... año 1622. Para más detalles, consultar a Santiago Sebastián, Contrarreforma y barroco y el estudio de P. Alfonso López Quintas, Madrid, 1951.
Sabemos gracias a José Luis Gonzalo que este libro del que fuera capellán de Juan III de Portugal fue comprado en 1545 por el príncipe Felipe para su «librería rica». La obra, escrita en castellano, debe encuadrarse en el ambiente salomónico que se había generado en Lisboa por la construcción del monasterio jerónimo de Belén, junto a Lisboa. Los títulos de los dos últimos capítulos son: cap. LVIII "Adonde se pone vna breue summa de la descripcion de Lisboa y se pone una comparacion con Jherusalen cuando estaua en su triumpho" y cap. LIX: "Adonde se pone vna sumaria descripcion del Rey de Lisboa enele qual no menos se sirue Dios que solia seruir en el Templo de Hierusalen antiguamente". Para Monzón, igual que Salomón hizo aquel "magnifiquentissimo" templo, en Lisboa "se podian loar muy yllustres edefecfios de muchos monesterios et yglesias". La conclusión final de Monzón será que Salomón fue, en gastos, dispensas y edificios, el "mas verdaderamente magnifico de todos los principes que que loa la antiguedad".
Monzón presenta una erudita descripción del templo en el antepenúltimo capítulo "Adonde se pone vna breue discricion del famosissimo templo del rey Salomon" [fo. CLXXVIII.v y ss], citando como sus fuentes "los doctores hebreos y latinos". El templo que trata es sin ninguna duda el de Herodes, no el de Ezequiel, según lo describe Josefo. Añade además un punto muy importante: Salomón construyó unos cimientos muy profundos a su templo, por lo que Nabuconodosor no pudo desenterrarlos. Ésto facilitó la tarea a Herodes siglos más tarde, que al reconstruir el Templo lo haría sobre la huella del de Salomón. De hecho, según Monzón, tenía la misma configuración arquitectónica: "quando Tito tomo a Hierusalem entro en consulta si seria bien derrocar el segundo templo questaba hecho a la traça del primero". Esta misma tesis historicista sería defendida posteriormente por Arias Montano contra Villalpando, que creía que el Templo de Salomón debía parecerse más bien al imposible Templo de Ezequiel, ya que ambos habían sido concebidos perfectos por Dios y la perfección debía ser única.
La descripción del Templo es muy completa. El interior del templo lo mide en 60x20x120 codos, con tres pisos de 30+30+60 codos. Tras describir los pináculos y el cuerpo del Templo, asi como sus tesoros, entra en la descripción del exterior del mismo: la puerta principal, su cubierta y los adornos de la fachada. Describe a continuación el interior de la nave principal, cuya parte principal era el Sancta, donde sólo entraban los sacerdotes y estaba el Candelero de Oro de siete brazos y el Altar de los Inciensos. En el Sancta Sanctorum, separado por el famoso velo que se rasgaría en la muerte de Jesús, se encontraba el Arca del Testamento donde se guardaban los Diez Mandamientos de Moisés. Su techo era de oro, con adornos de vides doradas. Allí sólo entraba el Sumo Sacerdote. Volviendo al exterior, "auia muchas logias y portales y ayrados que no estauan cubiertos ni cerrados". En la puerta del Templo estaban "Jachim y Booz". Describe su exterior: "La parte de fuera del templo era de Marmoles muy blancos y subtilissimamente labrados: por donde quien veya el templo desde lexos parecia vn monte de piedra". Para que los pájaros no se posaran "hizo poner por todos los chapiteles y por todo lo alto adonde pudiessen assentarse vnas puntas de hierro muy agudas que les defendiessen el assiento: et hizolas todas doradas / porque pareciessen mas hermosas con el blanco de los marmoles".
La distribución de patios es la clásica ya vista antes en Vatable y los que usan a Josefo como fuente: el patio de los israelitas, el de los hombres, el de las mujeres, donde se preparaban también los sacrificios, y el patio exterior: "Al derredor del templo auia dos logias para passear los naturales y estrangeros que venian al templo [...] y pegadas con las paredes del templo estauan las casas que pando hazer para los sacerdotes: que eran edeficadas por tal concierto que se passaban alas vnas por las / y por todas se entraua al templo por junto a la puerta principal". Delante de esta había una "gran plaza", cercada por un muro almenado de tres codos con una única puerta, donde estaba el Mar de Bronce sobre doce leones [sic, en realidad eran toros] que era donde los sacerdotes se lavaban y limpiaban las "carnes de los sacrificios". Fuera de esta plaza, había un "terreno o campo grande que rodeaba al templo por todas partes, cercado por un muro de 25 codos con varias puertas. En este espacio había dos pórticos diferentes para hombres y mujeres, y un tercero para los "inmundos y gentiles que venian a adorar al templo", como los antiguos leprosos.
- Francisco de Monzón, Libro primero del espejo del príncipe christiano, que trata de cómo se ha de criar un príncipe o niño generoso desde su tierna niñez con todos los exercicios e virtudes que le conuienen hasta ser varon perfecto, contiene muy singulares doctrinas morales y apazibles, Lisboa, Luis Rodríguez, 1554.
(4.3. Arias Montano y la imprenta) |